Desde su creación, el Consejo Nacional
Electoral ha estado integrado por magistrados definidos por los partidos políticos
que tienen las mayorías en el Congreso. Quizá como un acto de inclusión
política a las minorías y la izquierda, o quizá como un acto de reciprocidad
por el apoyo brindado a la campaña presidencial en su segunda vuelta, por parte
de importantes lideres de la izquierda democrática, los sectores independientes
y las minorías étnicas indígenas.
Es muy importante la presencia en el CNE de un
magistrado con el respaldo de 6 agrupaciones con cierta afinidad política e
ideológica, que permitieron sumar al partido Alianza Verde (11 votos); Polo
Democrático Alternativo, PDA, (8 votos); Movimiento MIRA (3 votos); Partido
Alianza Social Independiente, ASI (2 votos); Movimiento Autoridades Indígenas
de Colombia, AICO (2 votos); y Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS
(1 voto); 27 votos que garantizaron la elección del magistrado en el sexto renglón
de la lista de la Unidad Nacional.
Al parecer, los partidos de la Unidad Nacional , le cobraron al
Partido Opción Ciudadana (antiguo PIN) el haber dado libertad a sus militantes y
haberse dividido entre las dos campañas presidenciales, pues ellos aspiraban a
reelegir al magistrado José Joaquín Plata, quien contaba con el respaldo de los
dos votos de las minorías étnicas afrocolombianas “FUNECO” y con los votos de movimiento
significativo de ciudadanos “100% COLOMBIA”, estos dos últimos liderados por el
cuestionado representante del departamento de Sucre, Yair Acuña, quien salio
derrotado en su aspiración de tener un magistrado en el CNE y por esa vía obtener
personería jurídica para su movimiento regional.
A pesar de su condición minoritaria, existen
muchas expectativas por la presencia del magistrado Armando Novoa en el Consejo Nacional Electoral, particularmente
porque en Sala Plena puede ser muy importante un punto de vista y un voto
independiente del gobierno de la Unidad
Nacional , pero también independiente de la oposición de ultra-derecha
encarnada por la coalición del Centro Democrático y el Partido Conservador, que
tienen tres votos de nueve.
Un primer escenario de actuación para el
magistrado de minorías, será convocar a estas 6 fuerzas políticas para
construir un proyecto de acto legislativo que unifique las pretensiones de la
oposición de izquierda (PDA), las minorías políticas (Alianza Verde y MIRA) y
étnicas (ASI, AICO y MAIS), para acumularlo con el proyecto que el gobierno
presentará en próximos días.
El Consejo Nacional Electoral, que tiene
iniciativa legislativa, con esta composición pluralista, podría avanzar en la
construcción de un proyecto de “Código de la Oposición , los
Independientes y las Minorías”, que desde hace 23 años el Congreso y los
gobiernos no han logrado consensuar.
En el mediano plazo, el CNE está llamado a
presentar un proyecto de reforma al Código Electoral que hoy conserva su
orientación bipartidista, adecuándolo al espíritu de la Constitución de 1991,
y particularmente dando garantías a las minorías, los independientes y a las
oposiciones (izquierda y derecha).
Sabemos del talante democrático del magistrado
Novoa, de sus capacidades, convicciones y compromiso con la construcción de un
país plural y diverso, que debe darle garantías electorales a todas las
expresiones políticas existentes en el contexto nacional. El nuevo CNE enviaría
un excelente mensaje para el país nacional, si en su primer año nombra como
Presidente el magistrado de las minorías y el pluralismo.
Este CNE, elegido para el periodo 2014-2018,
también está llamado a garantizar las condiciones para la inclusión de los
sectores políticos que surjan del proceso de negociaciones de la Habana con las FARC,
pudiendo llevar al Congreso de la
República una reforma política electoral incluyente, que
permita la construcción de una paz estable y duradera. Este puede ser el CNE de
la paz, con magistrados como Novoa esto es posible.
ver nota en las2orillas
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