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sábado, 29 de agosto de 2015

EL URIBISMO NO SE RESIGNA A LA PAZ. QUIERE UNA TERCERA VUELTA PRESIDENCIAL.

Por: Miguel Antonio Galvis.
El proceso de paz y sus acuerdos publicados (los 3 puntos) ya fueron refrendados en las urnas por los colombianos en las dos vueltas de la elección presidenciales de 2014, donde fueron derrotados los promotores de la guerra que pedían pararse de la mesa de diálogos.
Todo el mundo quedó claro que si la opción Uribe/Zuluaga hubiera ganado, el proceso se hubiera terminado, pero afortunadamente para quienes tienen que seguir poniendo los muertos de lado y lado, (los pobres y excluidos de oportunidades), ganó una gran coalición que involucró a sectores de la unidad nacional, la izquierda democrática y los sectores independientes.
Es ventajoso para el expresidente guerrerista, pretender que los colombianos convirtamos las elecciones regionales y locales en una tercera vuelta presidencial. Pero es claro que es una trampa en la que no se puede caer. El 25 de octubre estaremos eligiendo a los mejores hombres y mujeres para que gobiernen el futuro común de municipios y departamentos, no se decidirá sobre asuntos de carácter nacional.
Acompaño la tesis expresada por el Dr. Hernando Gómez Buendía, quien ha planteado que: “el proceso de paz fue refrendado en la segunda vuelta presidencial”, y lo que toca ahora es ver cómo se van a instrumentalizar el cumplimiento de los acuerdos pactados.
Sería un acto de irresponsabilidad histórica, llevar los acuerdos a un referendo que requiere votar punto por punto, y superar los 7 millones de votos en cada uno; o llevarlos a una asamblea nacional constituyente que requiere para su convocatoria 11 millones de votos por el sí.
Lo primero que se debe pensar es en reformar los mecanismos de participación ciudadana, haciéndolos aplicables para que efectivamente los ciudadanos puedan expresarse sobre los asuntos que los afectan en el ámbito municipal, departamental y nacional. El expresidente pide refrendación vía referendo, porque él más que nadie sabe, que estando en el momento de su mayor popularidad, con el apoyo de todos los partidos de la unidad nacional, con todos los funcionarios nacionales impulsando el referendo, solo pudo pasar uno de los 17 puntos del referendo que él impulsó en su primer mandato, antes de buscar la reelección del cohecho.
Soy de la idea que Colombia sí requiere una asamblea nacional constituyente, pero no para refrendar o discutir los acuerdos de paz con las guerrillas, sino para hacer efectiva la voluntad de los constituyentes de 1991, que 25 años después no se ha concretado.
Dónde está el estatuto de la oposición?
Dónde está el Estatuto del Trabajo?
Qué paso con la descentralización?
Dónde están las regiones y las provincias, y el reordenamiento territorial?
Qué pasó con la democracia participativa?
Cómo va la implementación del Estado multiétnico y pluricultural?
Porqué el congreso no logra resolver las crisis de la salud, la educación, el mundo rural, la justicia, el calentamiento global?
Estas preguntas, son suficientes para convocar una asamblea constituyente de origen ciudadano, más allá de los acuerdos de la Habana.

domingo, 21 de octubre de 2012

¿Hay razones para revocar el Congreso?

Comunidades Semana.com                                                          14 de Octubre de 2.012

Hoy cuando, el Señor Registrador Nacional del Estado Civil, Carlos Ariel Sánchez Torres, mediante la Resolución 8362 del 11 de octubre de 2012, reconoce como válidas 191.044 de las 201.313 firmas presentadas para inscribir el Comité Promotor del referendo constitucional “Revoquemos el Congreso”.


Este ejercicio de nueva ciudadanía, y de pedagogía política constitucional, viene siendo liderado por el Senador Camilo Romero Galeano, como vocero; junto con Renzo Alexander García Parra, Carlos Andrés Cardona Ramírez, Liliana Pardo Montealegre, Pierre Alee Pérez, Orlando de la Hoz García, Yuly Esmeralda Hernández Silva, Juan David Díaz Chamorro y Telemina Barrios Cuadros. 

El Comité Promotor mayoritariamente integrado por jóvenes habitantes de diferentes partes del país, tendrá que recoger en un plazo de 6 meses un número cercano a 1.600.000 firmas, equivalentes al 5% de las ciudadanas y ciudadanos que integran el censo electoral.

Con el propósito de ambientar este proceso de pedagogía ciudadana y ejercicio alternativo de la política, el día de ayer, diseñé una encuesta en mi cuenta de Facebook, dirigida a los 2.000 amigos (contactos) con que cuento, quienes se expresaron activamente (más del 500) respondiendo a la siguiente pregunta “Por cuáles razones cree que se podría revocar el Congreso, mediante la creación de un mecanismo de participación ciudadana en la constitución política colombiana?”

Lo primero que llama la atención es que el ciudadano medio (los contactos del facebook), entiende con claridad y alguna profundidad, a qué nos referimos cuando utilizamos la expresión “revocatoria del congreso”. Curiosamente en la Constitución Política sólo aparece una vez el termino revocatoria, en su artículo 103, que determina: “son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato.”

Por otra parte, la figura de la revocatoria del Congreso no es desconocida ya que fue ejercida en la historia reciente de Colombia, hace 22 años, durante el proceso de paz suscrito entre el Gobierno Nacional con el M-19, el EPL, el PRT y el Movimiento Quintín Lame, que produjo como resultado la desmovilización y reintegración de los insurgentes de esos grupos. Proceso de paz que desencadenó en la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente de 1990, en cuyo periodo de sesiones se produjo la revocatoria del Congreso, que por aquella época también gozaba de una baja popularidad entre los colombianos, por diversos escándalos de corrupción y clientelismo bipartidista.

El legislador, es decir los propios congresistas, en la expedición de la Ley 134 de 1994, la reglamentaron en el artículo 6, así: “la revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.” La Constitución no limita la revocatoria del mandato solamente a los alcaldes y gobernadores, luego podría entenderse como el ejercicio del tradicional poder del Congreso que legisla en su favor, el suprimir la revocatoria del mandato para los congresistas?

El texto del referendo aprobatorio que deberá presentar el comité promotor, puede ser entonces una reforma a la Ley 134 de 1994, o un Acto Legislativo que incluya la figura de la revocatoria del congreso en la Constitución Política Colombiana.




Miremos el gráfico que expresa cuáles han sido las principales razones que mis amigos de Facebook, justificaron para reglamentar la revocatoria del Congreso. (El lector puede constatar  y participar en el ejercicio aquí.

El 40% de los participantes creen que el Congreso legisla en beneficio propio o de los grupos de poder que los patrocinan; mientras que el 22.7% expresaron que lo revocarían por su incapacidad para reglamentar el ejercicio efectivo de los derechos sociales y económicos de los ciudadanos que los eligen; y el 12.3% manifiesta que lo revocarían por elegir a funcionarios cuestionados para los órganos de control y defensa de los derechos de los ciudadanos. Por esta razón los partidos políticos y los congresistas deben evaluar el costo ante la opinión pública de la relección politiquera y burocrática del Procurador Ordoñez. Finalmente, los encuestados manifiestan no tener confianza en los actuales congresistas, por no ejercer su independencia del poder ejecutivo, creen que están cooptados y al servicio del gobierno en procura de beneficios personales.

Este ejercicio que no pretende ser representativo de la opinión publica nacional, me permite afirmar que existe un buen ambiente en la ciudadanía para que el Comité Promotor, en asocio de las organizaciones sociales y los partidos políticos independientes adelante exitosamente esta tarea de pedagogía y recolección de firmas.

Claro está que este ejercicio es muy diferente al realizado por el expresidente Álvaro Uribe, puesto que él estaba en el poder y contaba con inversionistas (con no muy claros intereses, quienes se volaron los topes y no pudieron justificar las cuentas), ese no se trató de un ejercicio ciudadano, pues contrataron a personas que les pagaban por cada firma recogida, haciendo de la política una empresa en su beneficio personal.

En cambio el ejercicio “Revoquemos el Congreso” es un ejercicio de voluntarios, sin poder económico ni burocrático, pero que tiene una gran legitimidad ciudadana y política en la construcción de una alternativa independiente para el país.

Adicionalmente, estará desarrollándose en paralelo al proceso de diálogos y negociación entre el Gobierno Nacional y las FARC (ojala también con el ELN), ese puede ser un buen escenario, puesto que el actual Congreso pudiere no puede ser percibido como garante para adelantar las reformas sociales y políticas que pueden salir como acuerdos de la mesa de negociación.

Invito a los ciudadanos de a pie, a los estudiantes, a los trabajadores, a las amas de casa, en las ciudades, en las veredas, en los cuatro puntos cardinales, en todas las regiones y departamentos del país, a participar en este proceso de renovación política. Insto a los dirigentes políticos independientes nacionales (Antanas Mockus y Antonio Navarro), a los congresistas independientes, a los partidos y movimientos políticos del sector independiente, me refiero a la Alianza Social Independiente, ASI, a Progresistas, a Visionarios, a Centro Independiente, a Compromiso Ciudadano (hoy “Pido la Palabra”), y al sector del partido Verde que aún se reivindica como independiente, a apoyar decididamente este proceso ciudadano y de política alternativa.

Invito a pensar y escribir cuáles otras razones considera que pueden ser importantes para que se adelante este proceso de pedagogía ciudadana y de renovación política. Pero sobre todo, insto a todos los demócratas a recoger cada uno 1.000 firmas para renovar a Colombia.

Presidente cumpliendo el artículo 22 de la Constitución.

La Silla Vacía, preguntó:      21 de agosto de 2.012.


¿Cree que las negociaciones para la paz deberían hacerse en secreto?

Este lunes el expresidente Álvaro Uribe le pidió al gobierno nacional que aclare si está llevando a cabo negociaciones de paz con las Farc en Cuba. La Canciller María Ángela Holguín salió en defensa de Santos y afirmó que las negociaciones de paz las maneja el presidente y no tienen que ser de conocimiento público. Ante esta coyuntura en la que nadie sabe si realmente se están inciando los dialogos con las Farc o no, ¿Cree que las negociaciones para la paz deberían hacerse en secreto?

Miguel Galvis, escribió:


Presidente cumpliendo el artículo 22 de la Constitución.

El Presidente Santos, con solo asumir el juramento presidencial “cumplir la Constitución y la Ley”, vuelve a deslindar posturas con el ex-presidente que aplicó el “todo vale”: alianzas con los congresistas de la parapolítica para llegar al poder y reelegirse; con los chuzadores y amedrantadores de jueces y periodistas, del DAS, para controlar a la oposición; de los simuladores de desmovilizaciones, los vendedores de franquicias paramilitares a narcos, la entrega de subsidios a los terratenientes financiadores de sus campañas, para perpetuarse en el poder.

El tiempo nos está dando la razón a quienes afirmamos que el anterior gobierno nos puso a transitar por un “Modelo de Estado Mafioso”. A propósito dónde estuvo el Procurador Ordoñez?

Hoy las conversaciones de paz deben ser secretas, porque los “enemigo de la paz”, aún no se han desenmascarado, por eso quieren reformar la justicia para impedir que los juzguen, piden inmunidad para los aforados y por estos días promueven constituyente

Ver debate.